Consejos deportivos para cuando hace calor

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Deporte en los días de calor: 6 consejos para hacer ejercicio de forma sana

Jessica

Jessica es una amante del diseño de interiores y le encanta la decoración con una combinación perfecta de colores. Para ella, las formas, las luces y las sombras son los ingredientes para crear un ambiente armonioso y acogedor. Una atmósfera ideal va de la mano con elementos naturales: para Jessica, el contacto con la naturaleza es importante, por lo que le encanta estar rodeada de vegetación, plantas y flores de colores.

En los días especialmente calurosos, es posible que te sientas un poco incómodo o agobiado si intentas hacer deportes extenuantes. Sin embargo, no hay por qué renunciar a hacer ejercicio en verano, pues la actividad física es más eficaz cuando hace calor y ayuda a quemar más calorías, ayudando así a conservar la figura. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para mantenerse en forma incluso cuando hace calor.
  1. Encontrar la hora perfecta
    Como regla general, en los días calurosos hay que intentar hacer ejercicio a primera hora de la mañana o por la tarde, cuando el sol se pone y las temperaturas bajan. Así pues, quítate de la cabeza hacer deporte a mediodía o a primera hora de la tarde, a no ser que tengas la posibilidad de ir a un gimnasio con aire acondicionado. Cuando el termómetro marca más de 28°C, no es recomendable hacer ejercicio al aire libre y puede hasta llegar a ser peligroso. Incluso después de una lluvia de verano, cuando las temperaturas bajan y apetece salir a la calle, no se recomienda hacer deporte. En estos casos, la humedad aumenta y cuando esta alcanza el 60% o más, disminuye nuestro rendimiento físico, ya que nuestro cuerpo no puede enfriarse adecuadamente, el sudor no se evapora por completo y respiramos con más dificultad. También hay que tener en cuenta que durante la época estival se dan condiciones favorables para la formación de ozono, por lo que hay que evitar la práctica deportiva cuando los niveles son muy altos.
  2. Hidratarse a menudo
    Para un deportista, es muy importante tomar la cantidad adecuada de líquidos. No estamos acostumbrados a beber lo suficiente y a menudo no nos damos cuenta de que nuestro cuerpo lo necesita. Especialmente en verano y sobre todo cuando se entrena, es necesario obligarse a beber agua con regularidad. Cuando hace calor, sudamos más y esto no sólo conlleva una pérdida de líquidos, sino también de minerales, que son esenciales para nuestro organismo. Por lo tanto, si tienes previsto realizar un entrenamiento de alta intensidad en el que seguramente perderás una gran cantidad de agua, te recomendamos que lleves contigo una bebida rica en sodio y electrolitos. En cualquier supermercado encontrarás diferentes bebidas isotónicas hechas especialmente para los atletas. No importa cuál elijas, lo importante es que le aportes a tu cuerpo minerales y líquidos antes de la actividad física y no sólo después.
  3. Vestimenta adecuada
    El cuerpo puede trabajar mejor con la ropa apropiada. La ropa funcional enfría el cuerpo, pues el sudor se absorbe de forma óptima y se evapora más rápidamente. Si llevas ropa corta, asegúrate de utilizar protección solar. Se recomienda el uso de gorras y gafas de sol para montar en bicicleta, hacer footing y otras actividades con luz solar directa. ¡No te olvides del casco si decides irte en bici!
  1. Haz deporte sólo si te encuentras bien
    Además de la deshidratación, el estrés y la falta de sueño pueden causar problemas en los días cálidos, por lo que sólo deberías hacer ejercicio cuando te encuentres realmente en forma. Los problemas de circulación, los mareos o incluso las alucinaciones son una señal para tomar un descanso inmediatamente. Ahora bien, en caso de que te sientas en forma, es esencial que hagas un buen calentamiento antes y un buen enfriamiento después de entrenar para que tu cuerpo se adapte lentamente a cada ejercicio y no se fatigue tanto al hacer sprints repentinos sin un buen calentamiento.
  2. Encontrar el sitio perfecto
    Si quieres hacer ejercicio al aire libre y te gusta salir a correr, debes intentar planificar tu ruta de manera que corras por zonas con sombra y no bajo el sol abrasador del asfalto. Especialmente en zonas con sol, podrías sufrir un golpe de calor o una insolación y, si la humedad exterior es demasiado alta, tu cuerpo se podría sobrecargar rápidamente. Por otra parte, si lo que quieres es divertirte y jugar al fútbol, al bádminton o lanzar un disco volador en el parque con algunos amigos, busca algo de sombra y asegúrate de beber lo suficiente. Por último, si lo tuyo es hacer ejercicio en el gimnasio o en casa, asegúrate de tener un buen aire acondicionado o ventilación.
  3. Escucha a tu cuerpo
    ¿Mides tu pulso? Si tienes un reloj u otro dispositivo que pueda medir tu frecuencia cardíaca, sin duda será más fácil controlar y ajustar la intensidad de tus ejercicios, aunque no es necesario disponer de uno. Con un entrenamiento constante puedes aprender a escuchar a tu cuerpo y entender lo que puede necesitar. Además, muchas veces la tecnología puede equivocarse, mientras que nuestras sensaciones nunca lo hacen. Cuando tu respiración se vuelve agitada y dificultosa, cuando sientes demasiado calor, no necesitas que un número en una pantalla te diga que tienes que ir más despacio. Aprende a escuchar las señales que te envía tu cuerpo y no las ignores, sólo así podrás entrenar sin preocupaciones.


Texto traducido y editado por Helena Gozálvez

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