Los 10 trucos de cocina y limpieza más ingeniosos
Marie
Reírse como estilo de vida: Cuando Marie no está trabajando en nuevos contenidos, pasa su tiempo con amigos tomándose un vino, jugando a las cartas o viendo series. Después de graduarse en Economía, decidió sumergirse en el mundo del marketing y el e-commerce para poder dar rienda suelta a su creatividad. Su secreto para estar siempre de buen humor: cuidar el interiorismo con decoración bonita.
Estos 10 tips de cocina te harán la vida más fácil
Conserva tus hierbas frescas: Si has cocinado y aún te sobran hierbas aromáticas, ¡no las tires y mejor congélalas para otra ocasión! Primero, trocéalas bien pequeñitas, colócalas en porciones en un molde para cubitos de hielo y, por último, cubre con aceite de oliva. Esto último hará que se conserve todo el sabor de tus hierbas y evitará que se pongan negras o se quemen en el congelador. Así, podrás descongelar los cubitos a medida que los vayas necesitando. Justo por eso, creemos que este tip te resultará superútil para mantener tus hierbas durante el invierno. En cuanto a las hierbas de ramita, como el tomillo o el romero, una manera de conservarlas consiste dejarlas secar sobre el calefactor y mezclarlas con sal gruesa. De esta forma, estarás preparando tu propia sal con hierbas.
Pica cebollas sin derramar una lágrima:Existen diferentes trucos para contener las lágrimas mientras cortas cebollas. A algunos les resulta bien mascar un chicle mientras pican la cebolla. Igualmente, hay una manera aún más fácil. Rocía un poquito de zumo de limón en tu tabla de picar y en tu cuchillo, y olvídate de las lágrimas. Esto también debería funcionar si reemplazas el zumo por agua.
Pela patatas en tiempo récord: Esta puede parecer una tarea realmente interminable, que se puede remediar con un truco muy sencillo. Hierve las patatas sin pelar y, luego, pásalas por agua fría. Esto te ayudará a quitar la piel sin esfuerzo.
Separa yemas con una botella: Parece una tontería, pero funciona. Rompe un huevo en un bol. A continuación, manteniendo apretada una botella de plástico, acércala al huevo y, cuando la botella se encuentre tocando la yema, deja de apretar. Con esto, la yema entrará en la botella y la habrás separado de la clara.
Dales otro uso a tus moldes de magdalenas:¿Te gusta sentarte al aire libre con alguna bebida, pero no te apetece que las avispas u otros insectos se posen en tu bebida? Coge un molde de papel para magdalenas, colócalo hacia abajo sobre tu vaso o copa y, luego, atraviesa el moldecito con una pajita. Y ¡problema resuelto! Otra opción posible sería usar moldes de silicona para cubrir tu bebida entre sorbo y sorbo. Así, también podrás librarte de los bichos.
Limpia con sal y limón: Muchas veces, los ingredientes más básicos resultan ser los más efectivos. Por ejemplo, si no logras quitar la costra de tus bandejas de horno, tu mejor aliada será la sal. Simplemente, tienes que espolvorear medio paquete sobre la bandeja y llevarla al horno a 50 ºC. Cuando los granitos de sal se tornen de un tono amarronado, ya podrás sacar la asadera y tirar la sal. De esta forma, podrás lavar tu bandeja sin fregar horas y horas. La sal también es un potente limpiador de tablas de cortar si la combinamos con limón. Espolvorea sal sobre la tabla y échale zumo de limón. Luego, frota la sal con una esponja, aclara y ya podrás disfrutar de tu tabla impecable como nueva. Otra cosa que puedes limpiar con limón es tu microondas. Llena un bol apto con agua caliente. Agrega unas rodajas de limón y pon el bol en el microondas para que se caliente por dos minutos a la máxima potencia. Con eso, el ácido del limón y el vapor del agua aflojarán la suciedad para que la puedas remover sin esfuerzo.
Congela frutas y verduras: Dos alimentos que, sin duda, puedes congelar, son los aguacates y las cebolletas. Si piensas que no alcanzarás a consumir lo que te ha sobrado de estos vegetales antes de que se echen a perder, llévalos al congelador. Al aguacates lo puedes congelar en trozos o hecho puré. A la cebolleta que no vas a utilizar en el momento, la puedes picar muy pequeñita y congelar dentro de una botella de plástico. De este modo, podrás conservar tus porciones por unos dos o tres meses.
Texto traducido y editado por Magdalena Rodriguez Ocampo