Precauciones de seguridad: El mejor momento para preparar una barbacoa es cuando hace buen tiempo. Sin embargo, justamente cuando el tiempo es bueno hay que ser muy cuidadosos con lo siguiente: En primer lugar, debes revisar que no exista algún tipo de restricción para hacer barbacoas en el lugar donde estás pensando organizarla, sobre todo si se trata de un espacio público. Si tienes pensado hacer una bbq en una propiedad privada también debes consultar, pues algunos municipios limitan el uso de parrillas como medida de prevención o, si no, puede ser que la limitación figure en los estatutos de la comunidad de vecinos, aunque esto no sea tan usual. Si no hay impedimentos en estos sentidos, en segundo lugar, es fundamental colocar la parrilla lejos de árboles y arbustos, para prevenir un posible foco de incendio. Además, las patas de tu parrilla deben estar bien apoyadas sobre el suelo; así evitarás que tu parrilla se tambalee y que caigan cenizas y carbón calientes sobre las plantas o el césped circundantes. Al terminar tu barbacoa, si estás fuera de casa, siempre recuerda dejar todo tan limpio como lo encontraste. Para eso, resulta de gran utilidad tener a mano bolsas de residuos y un recipiente de metal con capacidad suficiente para posibles restos de carbón que no se hayan terminado de enfriar. Por último, siempre es bueno tener a disposición una garrafa o un bidón de agua, para que, ante cualquier eventualidad, puedas apagar las brasas.
Encendido de la barbacoa: Es muy fácil perder la calma cuando vamos viendo que la parrilla no se enciende. Pero tenemos que pasar por eso porque ya hay recursos que nos ayudan a evitar este tipo de inconvenientes. Con un soplador solo hace falta girar una manivela para avivar el fuego en un pispás. Como te imaginarás, un soplador es una herramienta sumamente útil y por demás ligera. Si se trata de encender el carbón y calentarlo, podemos optar por una chimenea de encendido. Para acelerar los tiempos de tu barbacoa, debes encender las pastillas de encendido (valga la redundancia), colocar carbón encima y cubrir todo con la chimenea. Esto formará un flujo de aire vertical que calentará el carbón de manera uniforme y veloz. Con las brasas listas, ya podemos distribuirlas sobre el asador de la parrilla y dejar que esta se caliente por 20 minutos. Si quieres acelerar esta parte del proceso, puedes volver a usar el soplador.
Limpieza de la barbacoa: Para que la limpieza sea pan comido existen tres estrategias infalibles que debes seguir al pie de la letra. Primero, es mejor limpiar tu barbacoa en caliente, después de que se haya apagado. Así, los restos no llegarán a secarse y podrás quitarlos sin mucho esfuerzo. Segundo, mezcla bicarbonato de sodio con jugo de limón y vierte la mezcla sobre la parrilla. Tercero, ayúdate con un cepillo de barbacoas; eso te ayudará a remover la suciedad más resistente. Estos cepillos vienen con un mango largo para protegerte de posibles quemaduras mientras la barbacoa va quedando como nueva.
Áreas de cocción: Es fundamental saber qué tipo de fuego requiere la cocción de cada alimento. Para cortes finos de carne se necesita fuego directo por poco tiempo, mientras que para las piezas de mayor grosor se debe emplear fuego de menor intensidad por más tiempo. Entonces, para hacer que todos los alimentos de tu barbacoa lleguen a sus respectivos puntos de cocción de manera simultánea, deberás planificar áreas de cocción antes de encender el fuego. Eso se logra juntando más carbón en el área de fuego directo y dejando una capa fina de carbón en la zona de fuego de menor intensidad. De esta manera, todos tus alimentos se cocinarán perfectamente. Debes tener en cuenta que, por regla general, primero se colocan los filetes; luego, los chorizos y morcillas; a continuación, las verduras y, por último, puedes agregar queso o pan.
Hierbas: Para darle un toque aromático a tu barbacoa, puedes añadir a la brasa hierbas naturales. Algunas de las que van muy bien con la parrillada son el romero, el tomillo, la albahaca o el hinojo. Eso sí, recuerda remojarlas en agua antes de colocarlas entre las brasas. Si tu parrilla funciona a gas, puedes colocar las hierbas en un recipiente de metal con un poquito de agua sobre el quemador.
Recetas: Si bien, mi propuesta de hierbas aromáticas no es el único secreto para una barbacoa memorable. Tampoco es preciso que te conformes con la carne de siempre. También hay salsas, pinchos, marinadas y postres que puedes ofrecer en tu parrillada. Por eso, te recomiendo que no te pierdas los artículos con recetas que figuran a continuación.
